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Paco Tijerina
Los principales interesados en que las tres corridas anunciadas por la Monumental Monterrey “Lorenzo Garza” para los próximos días 15, 22 y 29 de abril sean todo un éxito debemos ser los aficionados regiomontanos.
¿Por qué si no somos la empresa?
Por una simple razón: porque es una apuesta importante de la empresa por indagar si su actividad en nuestra ciudad puede ampliarse a esas fechas en las que tradicionalmente contratan a figuras extranjeras para actuar en la Feria de Aguascalientes.
Porque, además, hace años que nos tenían limitados a un ciclo alrededor del 20 de noviembre y si acaso una corrida suelta por el aniversario en agosto; tal vez algo en febrero en el cierre de la temporada invernal y coincidiendo con los carnavales, pero párele de contar.
Si verdaderamente deseamos que Monterrey recupere sus épocas de gloria en el toreo, si realmente pretendemos que aparezcan figuras de nuestra tierra, si queremos que la Fiesta siga enraizada en nuestro territorio, es fundamental que pasemos a la acción y hagamos labores concretas, no de relumbrón.
Porque la empresa está cumpliendo con el tema de “hacerle ambiente” a los tres festejos con la publicidad, así sea la misma de hace un siglo, con un horrendo spot de video y unas inserciones en redes sociales que nada dicen ni aportan, que no provocan interés y no despiertan ningún sentimiento que no sea la indiferencia.
Pero por eso mismo es necesario que si realmente deseamos que este ciclo se convierta en una tradición de nuestra plaza, apoyemos decididamente para que se transformen en todo un suceso.
Y sí, el tablao flamenco y la exposición y la charla y “la madre de los caballos que los parió” son interesantes, pero son dirigidas al mismo público de toda la vida, no a la búsqueda de la gran masa a la que hay que conquistar para que haga grandes entradas.
El único camino seguro es la vieja publicidad, la de boca a boca, pero con argumentos distintos a los que tradicionalmente utilizamos.
En lugar de decir: “Es que viene Pablo Hermoso de Mendoza, el mejor rejoneador del mundo”, o sea el mismo slogan que llevamos muchos años repitiendo, por qué mejor no lo cambiamos y decimos: “Hay que ir porque junto con Pablo viene su hijo que está tomando la estafeta, el chaval es una versión recargada del padre, fresco y vigoroso…”.
Por qué no invitar a los amigos, a los compadres o los vecinos diciendo: “¿tu has visto torear a Enrique Ponce? ¿No? Pues deberías aprovechar ahora que está en Monterrey porque es un torero de época, con 28 años de alternativa está en su mejor momento, triunfando en todas partes y con una afición de un chaval que busca una oportunidad… no te lo puedes perder”.
“¿No sabes quién es Andrés Roca Rey? Pues te diré, es un jovencito peruano que se ha convertido en muy poco tiempo en una sensación. De familia pudiente en el Perú que impulsa la fiesta brava en el país andino, se fue a preparar a España y es allá donde ha hecho carrera, afincado en el valor y el conocimiento. Tienes que verlo porque lo que te diga es poco, asusta de valiente y se arrima como si no tuviera un clavo en la bolsa”.
Debemos ser los más interesados en que las cosas caminen y que un torero como Juan Antonio Adame repita el triunfo de su actuación anterior si verdaderamente deseamos que el nombre de nuestra ciudad vuelva a brillar en el firmamento taurino, que la empresa local le abra otras plazas y que otras empresas se interesen por él.
Debemos hacer un compromiso con nuestro amor por la Fiesta y nuestra afición, convencidos de que la mejor aportación que podemos hacer es promover estos festejos ya que con ello nos podremos asegurar de dar continuidad a las cosas.
¿Le entramos?