Por: Jackeline Medina
(30 de abril de 2016).-
La tarde esperada por la afición queretana se dio llena de contrastes. Tras haber roto el paseíllo se realizó la entrega de un reconocimiento al empresario Juan Arturo » El Pollo» Torreslanda por parte de los integrantes de la Asociación Nacional de Matadores, representada por Jorge Gutiérrez, Óscar San Román, Enrique Fraga y Alfredo Gutiérrez en reconocimiento a la trayectoria y labor como empresario en la ciudad de Querétaro.
Una tarde agradable con casi lleno en los tendidos, ha sido de grandes contrastes y un poco incomprensible, ya que el público que en un momento de éxtasis aclamó el indulto del primero de Fernando de la Mora de nombre «Fandango» que era lidiado por Joselito Adame, al poco tiempo de volver a los corrales protestó al torero al momento de salir a recibir los trofeos.
«Fandango», con 536 kilos, saltó en primer lugar a la arena, un toro de bonitas hechuras y nobleza en su embestida, dejó que Joselito Adame disfrutara en el capote y en la muleta mostrara sus capacidades; el público se deleitó llegando al grado de pedir el indulto tras gritos de toro, toro… Tras más de veinte minutos de intento de su regreso a los corrales, el público cambio de opinión, al grado de pitar al torero en su vuelta al ruedo.
Su segundo, un toro con kilos de más y hermoso trapío, no dio muchas opciones a José y optó por el arrimón sin lograr eco en el tendido más que en algunas series de naturales a media altura. Recibió una ovación
A El Payo, quien estuvo realmente esforzado, le correspondió el lote de menos juego y no le dejó opciones al acabarse tras entrar al caballo; al primero a base de grandes esfuerzos le robó muletazos aislados pero de gran calidad, de uno en uno y el público supo reconocerlo; tras pinchar recibió palmas en ambos toros.
El fallo con la espada ha sido el que emborronó el triunfo que pudo haber sido muy grande del peruano Andrés Roca Rey, ya que con el lote potable del encierro y su toreo de cercanías, ha sido crucial para que el público una vez más estuviera de su lado; al capote variado y transmitiendo cada lance coreado por el público fue de más a menos una faena que mantuvo al borde del asiento al respetable ya que en algún momento el toro hizo un amago de querer tirar la cornada sin suerte. La faena fue importante gustándose por ambos pitones, truncó de dos orejas que tras fallar con la toledana y todo quedó en una salida al tercio.
A su segundo Roca Rey lo recibió de rodillas con tres faroles que encendieron la plaza expectante; en el caballo el de Fernando de la Mora recibió leve castigo y el peruano inició su trasteo en los medios con cambiados por la espalda hasta que por su tendencia a la querencia comenzó a rajarse el enemigo, el toro tuvo nobleza y dejó en algunos momentos estar a Roca Rey quien templó los muletazos para deleite de la gente; trató de exprimir cada tanda con largueza y terminó de redondear su actuación con una estocada un tanto caída que le mereció una oreja con petición de la segunda.
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