Paco Tijerina
Doy acuse de recibo a un post de respuesta a otro que yo coloqué criticando la indigna forma de portar el vestido de torear del matador Gustavo García “Solo” en su reciente actuación en la plaza “Alberto Balderas” de Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde se presentó con una taleguilla que le llegaba a los tobillos.
“El toreo es grandeza” me dijo un día el maestro Fermín Espinosa Saucedo “Armillita” y me lo repitieron mil veces sus hijos Miguel y Fermín. “El toreo es categoría” me dijo además Manolo Martínez; “Para ser figura del torea hay que vestirse y comportarse como tal” les decía siempre Eloy Cavazos a los integrantes de su cuadrilla.
Enfundarse en un traje de torear, por modesto que este sea, en oro, plata o pasamanería, es un privilegio que contados seres humanos tienen y por ello es necesario hacerlo con el mayor de los respetos y cuidando siempre las formas.
Molesto por la crítica, el matador García de la máxima que reza “para ser torero primero hay que parecerlo”, pero caray, viendo la imagen del brindis que le hace a otro matador, Rafael Gil “Rafaelillo”, uno no sabe qué pensar sobre su atuendo.
Reclama airado desde el teclado, olvidándose la infinidad de ocasiones en que se habló bien de él en su etapa de novillero o cuando dolosamente personas de su entorno hurtaron imágenes de un servidor para usarlas en su promoción.
Ahora resulta que soy un amargado y un cero a la izquierda.
No, pues muchas gracias.
Pero déjeme decirle matador que amargado no estoy, porque la Fiesta me ha dado mucho y sinceramente pienso que un millón más de satisfacciones que a usted, porque a Dios gracias he ejercido la crónica taurina durante más de 40 años, es decir, antes de que usted naciera y gracias a ella he podido estar en plazas de toros de todos los países taurinos del orbe, cosechar amigos en todos ellos, visitar ganaderías, cultivar la amistad de figuras del toreo y ganaderos de renombre y recibir una buena cantidad de premios y reconocimientos por mi humilde labor.
Si verdaderamente fuese un “cero a la izquierda” como usted afirma, mi opinión no le hubiese importado tanto.
No sé, lo digo con extrañeza, de dónde saca eso de que “ni a las corridas voy”, porque después de largos años de acudir a todas, en todas las plazas y rincones del país, he llegado un punto en el que debido a circunstancias de trabajo me impiden atender como antes lo hacía burladerodos.com, portal que se posicionó como el número UNO en el mundo durante varios años, pero aún así mantengo viva mi afición y cuando tengo oportunidad acudo a cualquier plaza del país.
Respondo así y aquí porque usted dio pie, porque respondió públicamente a mi señalamiento.
No se equivoque matador, no critico ni su forma de torear ni sus resultados, sino la irresponsable forma de portar un traje digno de un rey a la que usted le ha faltado al respeto.
Ni me afecta, ni me duele, lo que usted opine de mi persona, porque no escribo para darle gusto a usted ni a nadie y sus insultos son una muestra clara de que he acertado en mi comentario.