En alguna ocasión a principios de los 80’s, Jesús Cantú Escalante, entonces director de El Porvenir, me comentó que admiraba a los cronistas taurinos de la época porque decía: «Son increíblemente creativos para mantener una columna diaria sin que exista una gran actividad taurina en la ciudad».
Y es que todos los medios impresos contaban con por lo menos una columna de toros, además de reportajes y notas diarias.
Evoco la anécdota al recordar a un personaje que se las veía igual, o tal vez peores, en mi querido Saltillo: Santiago Ramos.
«Chago» mantenía viva la flama de la Fiesta en la capital coahuilense a pesar de la casi nula cantidad de festejos y así tenía programas de radio y televisión y se ocupaba de conseguir materiales y viajaba a donde fuera y el presupuesto alcanzara para tener información.
Un extraordinario aficionado y mejor amigo que se nos adelantó en el paseíllo hacia el cielo. Lo recordamos con afecto.