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Uno de los más grandes escultores taurinos del mundo, Humberto Peraza y Ojeda, dejó de existir el pasado sábado 29 de mayo.
Así lo dio a conocer su hija Lupita a través de la página de Facebook de su fundación, mediante un breve comunicado.
El Maestro Peraza nació el 4 de diciembre de 1925 en Mérida, Yucatán, y tras haber estudiado en la Escuela de Bellas Artes de su tierra natal, emigró a la capital del país en donde cursó la Licenciatura en Artes Plásticas y la Maestría en Escultura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM; algunos de sus maestros fueron Alfredo Just, Fidias Elizondo, Ignacio Asunsolo, Leonardo Cordero y Moisés Águila.
Desde sus inicios y debido a su pasión por la tauromaquia se enfocó en la realización de esculturas del tema taurino, aunque también moldeó figuras y rostros de grandes personajes, políticos y artistas de México, siendo un prolífico creador reconocido en todo el mundo, con monumentales obras que quedan para la posteridad.
La Fiesta brava mexicana pierde a uno de sus más grandes artistas.
Descanse en paz.