Por: Omar Carballar.
Se llevó a cabo la tercera novillada de la temporada en el Nuevo Progreso en la que bajó la entrada en comparación con el domingo anterior, aunque hubo un buen ambiente.
La tercia la conformaron Nicolás Gutiérrez, Paco Miramontes y José María Pastor, quienes enfrentaron un encierro de la ganadería de Guadiana, bien presentado y de juego muy variado, hubo novillos que se dejaron y otros que sacaron genio y dificultades.
En primer lugar Nicolás Gutiérrez se las vio con «Ahí les voy», de 465 kilos; el joven, vestido de azul cielo y oro, inició su actuación con unas buenas verónicas sin conectar demasiado, después de cumplir en el caballo el burel hizo pasar algunos apuros a las cuadrillas en el segundo tercio, pero ya con la muleta mostró fijeza, era obediente a los toques aunque con un recorrido justo. El torero se vio voluntarioso y firme, por la derecha pegó buenos muletazos sin redondear un trasteo que pasara a mayores, mató de un pinchazo, una entera delantera y dos descabellos. Palmas al novillo en el arrastre y salida al tercio al novillero.
Para Paco Miramontes fue «Patriota», de 430 kilogramos, bonito novillo castaño, tocadito del pitón derecho, por lo cual un sector del público lo pitó injustificadamente, ya que ese detalle no era impedimento para que se lidiara. En Guadalajara se exige mucho y está bien, pero a veces un sector del público no distingue lo que se debe y no se debe de protestar.
Miramontes, vestido de canela y azabache, no tuvo fortuna con el capote, destacó la actuación de Diego Bricio con la capa ya que estuvo por demás atinado toda la tarde en la brega. El de Guadiana peleó en el caballo, y Miramontes le hizo un quite por chicuelinas con más voluntad que lucimiento; Miguel Ángel Devo salió al tercio después de dos buenos pares de banderillas; ya con la muleta el novillo demostró sentido, fue mirón y buscaba al torero. por el lado izquierdo fue un poco mejor y por ahí le robó algunos muletazos; paso las de Caín con la espada y le tocaron dos avisos.
Tocó turno a José María Pastor, hijo del matador hidrocálido César Pastor y le correspondió «Tapatío» de 415 kilos. El joven novillero vestido de malva y plata lo recibió con una larga de rodillas pegado a tablas a la que siguieron verónicas y una media de buena factura. Le pegaron un buen puyazo al morito y con el capote a la espalda Pastor realizó un quite por “saltilleras” de mucha exposición y entrega, que remató con una revolera en los medios.
Cubrió el propio espada el segundo tercio de manera muy lucida, destacando sus facultades para banderillear, sobre todo con el par al quiebro en los medios con el que cerró que hizo que se escuchara una gran ovación.
Brindó al matador Alfredo Ríos «El Conde» que estaba en el callejón y pronto empezó a aprovechar a su enemigo que tenía fijeza y prontitud; al chaval le gusta el toreo de calidad sin vender demasiado al tendido, hace las cosas bien y posee un valor sereno que le llega a la gente. El de Aguascalientes pegó muletazos con calidad y largueza por los dos lados hasta donde aguantó su enemigo y después de tres pinchazos y una estocada fulminante escuchó una fuerte ovación en el tercio.
El cuarto llevó por nombre «Independiente» y dio en la romana 410 kilos de peso. Nicolás Gutiérrez lo saludó con verónicas y chicuelinas, el bicho acudió pronto al caballo como lo hizo en general todo el encierro, pero era un tanto distraído por lo que el novillero batalló para tomarle la distancia; le pegó muletazos aislados y después de una estocada delantera y un descabello escuchó palmas.
«Peje» se llamó el quinto en evidente alusión al político con el que el ganadero lleva una estrecha relación y fue el segundo del lote de Paco Miramontes, un novillo que dio en la báscula 425 kilos. El de Guadiana no se empleó en el capote y tardó en enterarse, aunque peleó con el caballo. Miramontes le brindo a su compañero de la academia taurina Román Martínez, joven que tuviera destacada actuación el domingo anterior en esta misma plaza y con la franela el novillo se puso complicado, tiraba derrotes y tenía sentido, poniendo en apuros al novillero. con mucho mérito le robó muletazos, le puso voluntad y recibió una fea maroma; después de tres pinchazos y dos estocadas caídas le pegaron dos avisos.
El cierraplaza fue «Insurgente», de 445 kilos, al que José María Pastor le saludó con mandiles y una media de muy buena calidad; el novillo se arrancó con fuerza al caballo pero le pegaron leve y el novillero pidió el cambio de tercio cuando daba la impresión de que el burel le faltaba castigo. Un quite por “gaoneras” con mucha quietud que le valió una fuerte ovación y volvió a adornar el morrillo con mucho lucimiento, destacando el segundo par en ejecución y exposición, recibiendo otra gran ovación.
El público quedó con el ánimo a tope para la faena de muleta y el burel fue un tanto violento y embestía con fuerza, por lo que el hidrocálido le bajó la mano para ahormarle la testa; logró buenos muletazos por ambos lados y a la hora de tirarse a matar dejoó dos pinchazos y una entera escuchando un aviso, siendo premiado con una fuerte ovación.
FICHA DEL FESTEJO:
En tarde soleada y ante menos de un cuarto de entrada se lidiaron novillos de Guadiana de buena presentación y juego desigual.
Nicolás Gutiérrez: ovación con saludos y palmas.
Paco Miramontes: dos avisos y dos avisos.
José María Pastor: ovación con saludos y ovación tras aviso.