Doña Laura Herbert Pérez de Sandoval y González Ruvalcaba, viuda de Villasante, es una dama fuera de serie.
Al fallecer su esposo tomó las riendas de la ganadería de Carranco y lo ha hecho con pasión, amor y esmero, dignos de los más grandes reconocimientos.
Además del fino trato, tiene una sonrisa contagiosa que inunda cualquier lugar en el que ella esté.