Paco Tijerina
Cortijo «El Desdén». Ante poco más de 200 personas se lidiaron novillos de Arturo G. García, buenos en términos generales.
Baruch Arreola, silencio.
Guillermo Guerra, silencio.
Ricardo Martínez, silencio.
Pablo Martínez «Finito», palmas.
Luz Elena Martínez, oreja.
Al margen del resultado artístico del festejo, lo realmente importante es dar las gracias a todas y cada una de las personas que hoy acudieron al llamado para apoyar a nuestro amigo José Antonio Aguilar «El Pitos» para ayudarle con los gastos de su enfermedad.
Gracias al matador de toros Raúl Rocha por organizar el festejo y por todo el cariño y empeño que puso en cada detalle; gracias a quienes hicieron aportaciones en especie para la realización de la novillada.
Gracias a mis amigos subalternos: a Gustavo Campos, Javier Escalante, Curro Campos y Ricardo Gaytán, así como a los aspirantes Miramontes y Cobos hijo, por actuar sin cobrar un solo centavo. Mi agradecimiento a la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros por su apoyo también.
De lo sucedido en el ruedo puedo decir por igual mucho o poco, porque de principio a fin todos parecían cortados con la misma tijera. No importó el tiempo que lleven toreando ni los festejos en los que hayan tomado parte, todos sabían, parecían y se veían exactamente iguales.
Es cierto, el toreo es un oficio y los oficios se aprenden practicando, por lo que los toreros se deben hacer toreando, pero también es verdad que para ponerte delante de un astado no bastan la voluntad y el valor, sino también el contar con un conocimiento mínimo de lo que estás haciendo, mismo que se va acrecentando con el aprendizaje dentro y fuera del ruedo.
No quiero particularizar, porque siento que realmente sería injusto, como tampoco le quiero robar sus sueños a nadie, pero siendo honesto creo que lo primero que deben hacer es alejarse de quienes les llevan, enseñan y entrenan, y buscar a personas que realmente les guíen en lo básico y fundamental, en el abc del toreo, porque hoy abundó, en todos, la escasez de ideas y conocimientos.
Eso sí, han aprendido muy bien la lección y son especialistas en copiar, porque como calcas, quieren cerrar las faenas con manoletinas o bernadinas, pero lo básico, lo fundamental, el entender la diferencia entre pegar de pases y torear, escaseó o mejor dicho, de plano no se vio.
Hay en México un montón de escuelas taurinas, hay también excelentes maestros que les pueden orientar. Si verdaderamente quieren hacer una carrera en esta difícil profesión, busquen a alguien que realmente les enseñe para que de verdad puedan avanzar.