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Paco Tijerina
Viernes 18 de junio de 2021. En noche calurosa y ante unos 3 mil 500 asistentes, se lidiaron cinco toros de José María Arturo Huerta y uno de Guanamé (2° bis) que sustituyó a uno del hierro titular que fue devuelto; parejos de peso y presencia aunque de juego desigual, destacando 1° y 3° que fueron los mejores del encierro.
José Mauricio: dos orejas y palmas.
Juan Fernando: palmas y silencio.
Sergio Flores: palmas tras aviso y silencio.
Gustavo Campos saludó en el 1° y el 3°.
La Peña Taurina «El Toreo» entregó una medalla conmemorativa del 50° Aniversario de la primera salida a hombros de Eloy Cavazos en Las Ventas a José Mauricio como triunfador del festejo saliendo a hombros.
Al final el toro devuelto fue lidiado por el matador Angelino de Arriaga que estuvo digno ante un burel que no dio opciones de lucimiento.
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Tras poco más de dos años de que no se abrían las puertas de la Monumental Monterrey “Lorenzo Garza”, la afición regiomontana respondió en buen número y una enorme disposición a la convocatoria de un interesante cartel que al final dejó satisfechos a todos.
Si bien la mayor parte del encierro de José María Arturo Huerta no se prestó para hacerles florituras, los dos que se dejaron vaya que fueron excelente materia prima para que tanto José Mauricio como Sergio Flores se recrearan con la muleta dejando en la arena del coso regio pasajes de enorme exposición y plasticidad.
José Mauricio abrió plaza y fiel a su concepto alborotó al cotarro con un toreo serio, de gran hondura muchísimo sello, gustándose en cada momento de la lidia.
El de José María Arturo Huerta fue abanto de salida y tras el castigo en varas como que quiso ponerse probón y tardo en las arrancadas, pero todo cambió después. Destacable el inesperado quite por ceñidas chicuelinas de Sergio Flores (no era su turno) que tuvo como réplica unas ajustadas gaoneras del espada en turno.
Ya con la franela, el diestro capitalino se hizo pronto de las embestidas de su enemigo y se dedicó a torear a placer en largas tandas por ambas manos rematadas como mandan los cánones con pases de pecho de pitón a rabo. Mató de estocada entera y el público pidió la oreja, pero el palco inexplicablemente le concedió las dos, mismas que paseó en la vuelta al ruedo.
Su segundo no dijo mucho y José Mauricio estuvo digno intentando sacar agua de una piedra, por lo que escuchó palmas al final del trasteo.
La faena de la noche corrió a cargo de Sergio Flores en el tercero, un toro de gran calidad al que aprovechó hasta exprimirle todas las embestidas que traía encima. Despatarrado el tlaxcalteca ejecutó el toreo en redondo con larguísimo trazos que le fueron jaleados en interminables olés por el graderío; temple y mando, creatividad y disposición, fueron los pilares de una labor que por el derrotero que corría el festejo hubiese sido premiado con las orejas y el rabo de no ser por la espada que le jugó una mala pasada al tlaxcalteca al tardar en doblar el burel y requerir del verduguillo para pasaportarlo escuchando un aviso.
Con el otro de su lote Flores le buscó por todas las formas posibles pero no había tela de dónde cortar.
El regiomontano Juan Fernando dio la impresión de salir a la plaza desconcentrado y si de por sí su talón de Aquiles ha sido la conexión con el tendido, la noche de este viernes se notó mucho más. Baste decir que no aprovechó las dos oportunidades que tuvo para hacer quites en el 1° y el 4° y máxime cuando en el abreplaza debería haberle recriminado a Sergio Flores el que se le hubiese atravesado.
Tuvo Juan chispazos en el quinto, momentos que prometían algo más pero que solo quedaron en eso, promesas.
Cuando el público ya había abandonado el coso el matador Angelino de Arriaga lidió al toro devuelto pero este no dio juego alguno.
Para el domingo se anuncia a “El Zapata”, Diego Silveti y Sergio Garza, con astados de Arroyo Zarco.