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CRÓNICA MONTERREY / MISTERIO

CRÓNICA MONTERREY / MISTERIO

Paco Tijerina

FICHA DEL FESTEJO: Viernes 17 de junio de 2022. En noche calurosa y con fuertes ráfagas de viento a lo largo de toda la corrida, ante poco menos de cinco mil personas se lidiaron cinco toros de “De la Mora” y uno de Julio Delgado (3°), justos de presentación, pobres de cornamenta y de juego regular, el menos malo el 4° al que el juez le otorgó una inmerecida vuelta al ruedo.
Arturo Macías: palmas tras aviso y oreja.
José Mauricio: silencio y oreja tras aviso.
Cayetano Delgado: bronca tras dos avisos y oreja.
Incidencias: Cayetano Delgado recibió la alternativa con el toro “Cónsul”, herrado con el número 30 y de 496 kilos.

La historia no podrá consignar con certeza lo que traía dentro el encierro que este viernes en la noche se jugó en la Monumental Monterrey, porque simple y sencillamente el viento impidió que las telas se quedaran quietas por un instante y así los astados se tocaban constantemente, dando un juego impredecible y mostrando un crucigrama difícil de resolver para los espadas.

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que sin el viento tampoco hubiesen sido un dechado de bravura y calidad. ¿Pasaban? Sí, sin malas ideas, pero algunos mansearon y todos terminaban por pegar una medio embestida buena y luego a salir con la cabeza arriba o parados a mitad del muletazo.

Aún así, la tercio se esforzó para agradar al público festivo que acudió a los tendidos del coso regiomontano.

Lo más sobresaliente del festejo fue la faena de Arturo Macías a su primero en la que plasmó trazos de calidad ante el menos malo de los bureles corridos y al que inexplicablemente el juez le dio una vuelta al ruedo; se le fue por lo menos una oreja pues la espada tardó en hacer efecto escuchando un aviso. Con su segundo Arturo salió a por todas y tras una faena en la que todo hubo de ponerlo el coleta, cortó un apéndice.

José Mauricio estuvo empeñoso en sus dos astados. Con su segundo tuvo momentos interesantes y tras una estocada recibiendo, que cayó traserita, y de escuchar un recado del biombo, recibió un auricular.

Cayetano Delgado recibió la borla de doctor en tauromaquia y hubo de luchar contra un vendaval. Buscando el lucimiento extendió la faena y eso provocó que el toro de su alternativa terminara defendiéndose, huyendo en todo momento, lo que hizo que el toricantano se pusiera pesado con el alfanje y hubiera de escuchar dos avisos antes de que doblara su enemigo. Con el cierraplaza demostró que tiene convicción y carácter al sobreponerse al trago amargo del primero y estuvo enjundioso y cumplidor, cortando un apéndice tras una faena intermitente que coronó con una estocada trasera.