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El Fundón / Mercadotecnia

El Fundón / Mercadotecnia

Paco Tijerina

La Fiesta tiene más de un siglo anunciando sus festejos con muy escasas variaciones. Si acaso en los últimos tiempos se han dado intentos esporádicos y muchas veces tímidos de variar las formas, pero el resultado en todas partes es el mismo.

Durante décadas hemos sido paracrónicos, utilizando los mismos conceptos, las mismas imágenes, la misma música, los mismos textos, para convocar a los públicos a las mismas plazas, vetustas e incómodas, a presenciar un espectáculo que muy poco ha cambiado y que no ofrece garantía alguna de espectáculo o diversión.

Los puristas se escudan en “el respeto”, sin darse cuenta de que lo que exigen desde hace mucho tiempo se ha perdido en otras partes de la misma Fiesta.

No nos hemos sabido adaptar a los nuevos tiempos y formas, a un público que tiene, a diferencia de antaño, una enorme gama de opciones de diversión.

Para colmo, hemos perdido los grandes espacios que antaño nos dedicaban los medios masivos y los grandes esfuerzos desplegados en las nuevas tecnologías y redes sociales no son suficientes, fundamentalmente porque todos, subrayo el todos, están orientados al “círculo rojo”, es decir a los mismos taurinos de siempre y no a la búsqueda de nuevas audiencias.

Esta semana por una iniciativa personal publiqué en Facebook un video con una nueva forma de promocionar un par de festejos a celebrarse en Monterrey. La respuesta en términos generales ha sido positiva.

La inclusión de una modelo en una historia de 70 segundos en un video en la que posa sólo con un chaleco o una casaca de torero como atuendo, dejando ver que no lleva nada debajo, ha sido recibida con beneplácito y compartida por muchos en la red social; se ha encontrado, también, con la ira de algunos -los más pocos- que cuestionan una supuesta “falta de respeto” al vestido de luces.

Celebro que en su mayoría la premisa haya tenido éxito, tal vez no el esperado, pero a final de cuentas es un avance. Únicamente no se equivoca el que no se mueve, el que no se atreve, el que no arriesga.

A quienes ferozmente se oponen debo decirles que es necesario observar que grandes espectáculos mundiales, estos sí de masas, como el futbol soccer, el futbol americano, el basquetbol, automovilismo y béisbol, hacen uso de este mismo recurso para llegar a nuevos públicos. ¿Es que no nos damos cuenta de nuestra realidad?

El reto es ese, buscar nuevas audiencias, interesar sobre todo a los jóvenes a que quieran acudir a las plazas y no será con las mismas gastadas formas de antaño como lo consigamos, como tampoco será con el toro-toro, “la verdad” o tantas otras cosas que a diario claman; sí, es cierto, son elementos, pero la mercadotecnia moderna exige de elementos esenciales que los taurinos se niegan a adoptar y sin ellos, por mucho toro o verdad que exista en el ruedo, no se llenarán los cosos y sin ello, perdón por la obviedad, estamos destinados a la desaparición.