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Paco Tijerina
Algo debe andar escondiendo la empresa de la Plaza México para no sólo no transmitir las corridas de oportunidad de estas semanas, sino para también prohibir su difusión sin fines de lucro por parte de aficionados en redes sociales.
¿A qué le temen? ¿A que salga un torero de verdad y les quite la máscara a sus figurines?
Porque está claro que el tema de promoción y visión de futuro, de preocuparse por el negocio y sembrar, de buscar nuevas opciones mexicanas, no está en su agenda.
Vale, vale, ¿será entonces un asunto de pesos y centavos y con esas entradas imposible pagar los derechos de imagen a las cuadrillas? ¿Pero es que los integrantes de la UMPB no se han dado cuenta de que si quieren que la Fiesta perdure se requiere de la difusión? ¿Es que a nadie, nadie, nadie, se le ocurrió sentarse a negociar con esos hombres y llegar a un acuerdo para donar sus derechos en pro de la Fiesta? ¿No pensaron en hacer lo mismo con Televisa Deportes?
Bueno, no lo hicieron y ni modo, les falta colmillo, experiencia, mercadotecnia, visión de mediano y largo plazo, pero… ¿llegar al extremo de formar una policía cibernética para detectar a quienes desde el tendido transmitían por Facebook?
No, no estamos jodidos, ¡estamos peor que jodidos con estas maneras de pensar!
¿Cuántos boletos podrían haber dejado de vender si la transmitiesen en la Ciudad de México?
¿Cuál es el daño de que los aficionados de provincia vean estos festejos?
Insisto, algo esconden, pero no alcanzo a entender aún qué es.