Si las figuras del toreo son pocas, en el caso de los apoderados de toreros son muchas menos. En nuestro país han sido unos cuantos, tan pocos que sobran dedos de una mano para contarlos.
Y es que convertirse en un apoderado exitoso no es nada sencillo.
Entre los más destacados en la historia del toreo en México se encuentra, sin lugar a dudas, Rafael Báez Patiño, matador de toros venezolano que hizo de nuestro país su tierra y de Eloy Cavazos una figura de los ruedos.
Don Rafa lo ha sido todo: padre, maestro, consejero, guardián, amigo, cómplice, protector, representante, publicista… en una palabra: hermano.
Como todo hombre de éxito tiene muchos admiradores y quienes le envidian y largan de él, aunque casi siempre a sus espaldas porque de frente han sido pocos los que han tenido el valor de confrontarlo.
Nadie puede negar la trayectoria de éxito de este monstruo del apoderamiento, maestro y ejemplo para todos.