Paco Tijerina
No es novedad, pero a fuerza de repetir e insistir terminan por confundir a los nuevos aficionados que sin saber la historia verídica terminan llamándole a la misma suerte con un nombre distinto al original.
Ocurre con las «lopecinas» que en realidad son «zapopinas», creadas por Miguel Ángel Martínez «El Zapopan», pero que ha popularizado en los últimos tiempos Julián López «El Juli».
Antes José Miguel Arroyo «Joselito» y hoy, también en Madrid, el francés Juan Bautista, han ejecutado un quite por «crinolinas», aporte del mexicano Eliseo Gómez «El Charro», pero que a España llevó José Luis Galloso, de ahí que a los cronistas hispanos de la época se les pusiera inventarles el nombre de «gallosinas».
No son los únicos, en México durante largos años a las «navarras» se les conoció como «chicuelinas antiguas».
Por cierto, el otro quite que Bautista le realizó al cuarto del festejo y del que andan buscando nombre, en realidad fue toda una combinación, primero una tafallera, después una cordobina (de Jesús Córdoba), después un solo lance de una variante de la «tijerilla» pero invirtiendo la suerte, es decir, citando como si fuera verónica para luego cruzar las mano toreando con el reverso del capote y despedir para volver a quedar colocado de manera natural; pues ya, fue un lance, porque al siguiente, ejecutando la misma suerte, el galo lo combinó con un remate.
Nada, que el agua tibia y el hilo negro ya han sido inventados también.
Foto: Ana Escribano.