1.- Barruntos de tormenta, aseguran, se asoman sobre las agrupaciones de ganaderos, matadores y subalternos en México por un escándalo que ya estaba «casi resuelto» pero que por la desidia y sobre todo la soberbia de algunos que cual «Don Julián», el hombre del corrido de «Gilberto el valiente», están acostumbrados a mandar, lo dejaron sin amarrar.
2.- El asunto tiene que ver con un veto a un torero y una plaza al estilo de las «huelgas locas» o sin sustento que aplicaban hace tiempo algunos sindicatos, que no fue más que «llamarada de petate» porque nunca lo ejercieron, pero que provocó un pleito de enormes proporciones que puso en jaque a las asociaciones de toreros, subalternos y ganaderos.
3.- Por fortuna la voluntad de la parte agraviada, amén de los buenos oficios de personas externas, lograron que el asunto no pasara a mayores, pero lo realmente grave es que cuando por fin se pudo lograr un acuerdo y se dieron los primeros pasos para finiquitar el asunto, la tozudez de algún directivo de los criadores de ganado bravo, según comentan, que pensó que ya habían saldado el tema, impidió poner el punto final el acuerdo, por lo que al parecer ahora el tema tendrá una extensión con nuevos y más emocionantes capítulos según pronostican. ¡Espere programas!